¿Cuándo usar cebo vivo y cuándo usar cebo congelado?
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Elegir entre cebo vivo y cebo congelado puede ser clave para lograr una jornada de pesca exitosa.
Ambos tienen sus ventajas y desventajas dependiendo del tipo de pesca, las especies de peces objetivo, el entorno y las condiciones climáticas.
Cebo vivo VS Congelado: ¿Cuál elegir?
Decidir entre cebo vivo y cebo congelado es uno de los dilemas más comunes entre los pescadores, ya que ambos tienen características que pueden marcar la diferencia. Desde que especies elegir hasta condiciones del agua y clima. Cada tipo de cebo tiene su momento y lugar ideal.
En esta guía, exploraremos a fondo las ventajas, desventajas y situaciones específicas en las que conviene usar cebo vivo o congelado, para que puedas maximizar tus posibilidades de captura.
Cebo vivo: Ventajas y cuándo usarlo
El cebo vivo es conocido por su capacidad para atraer a los peces de forma natural gracias a sus movimientos y aromas frescos. Es especialmente eficaz en situaciones específicas.
Pesca en Aguas claras y de poco movimiento: En aguas tranquilas, el cebo vivo destaca por sus movimientos naturales, lo que atrae a los peces de manera rápida. El cebo vivo llama la atención de los peces sin necesidad de estar en constante movimiento, lo cual, es ideal para condiciones en la que los peces pueden ver claramente a sus presas.
Especies depredadoras: Las especies más sensibles, como lubinas o doradas, reaccionan mejor al cebo vivo porque parecen presas frescas y les resulta irresistible. Estas especies son depredadores visuales que responden mejor al movimiento natural del cebo. Si estás en busca de peces depredadores, el cebo vivo es tu mejor aliado.
Técnicas que requieren movimiento: El cebo vivo aporta mayor realismo y puede mantener la atención de los peces. Los gusanos y pequeños peces vivos ofrecen movimiento natural, aumentando las probabilidades de capturas.
Cebo congelado: Ventajas y cuando usarlo
El cebo congelado es una alternativa práctica y versátil que permite atraer peces sin la necesidad de almacenar cebo vivo en casa y que se pueda llegar a perder. Puedes adquirirlo cuando prefieras y conservarlo hasta un máximo de 1 año.
Cebos como sardinas, calamares o sepias, son una alternativa versátil y práctica. Su uso resulta adecuado en situaciones donde el cebo vivo no es tan efectivo o en las que el pescador busca una forma más fácil y económica para atraer peces.
Pescar en aguas con alta actividad: En lugares con corrientes fuertes, el cebo congelado, como sardinas y calamares, libera su aroma de forma más rápida creando un espacio de gran aroma que ayuda a atraer a peces desde la distancia. La corriente ayuda a dispersar el olor a grandes distancias, lo que permite atraer a los peces sin necesidad de un cebo que se mueva activamente.
Pesca de fondo: En técnicas de pesca de fondo, el cebo congelado funciona bien porque el aroma se expande progresivamente en la zona donde se deposita. Peces como meros o besugos, son menos exigentes en cuanto al cebo, por lo tanto, se sienten mayormente atraídos por el constante olor que pueda ofrecer el cebo congelado.
Especies menos selectivos: Algunos peces como los peces de temporada (Otoño), hablamos de las caballas o los besugos, no son tan exigentes con el tipo de cebo. En este caso, es ideal cuando queremos pescar gran cantidad a un coste inferior.
Fácil almacenamiento y disponibilidad: A diferencia del cebo vivo, el cebo congelado es fácil de almacenar, transportar y utilizar cuando sea necesario. Puedes mantenerlo en el congelador hasta el momento de pescar, lo que te permite planificar con mayor flexibilidad. Además, no requiere el mismo nivel de cuidado y atención que el cebo vivo, lo que es una ventaja cuando el tiempo y los recursos son limitados.
Cebo vivo o cebo congelado ¿Cuál elegir?
La elección entre cebo vivo y cebo congelado depende de las condiciones específicas de la pesca (zona de pesca, temporada de pesca, pez a atrapar...)
Elige cebo vivo: Si buscas atraer peces específicos o difíciles de atraer y estás en condiciones donde la visibilidad es clave, el cebo vivo es ideal.
Elige cebo congelado: Si buscas una opción práctica y económica, especialmente para pesca a fondo y cuando necesitas una opción práctica y de fácil almacenamiento. Úsalo cuando los peces objetivo son menos selectivos y se encuentran en aguas con movimiento.
En definitiva, combinar ambos tipos de cebo y adaptarse a las circunstancias de cada jornada de pesca puede ser la mejor estrategia. Experimentar con distintos cebos y observar cómo responden los peces te permitirá desarrollar una intuición sobre qué funciona mejor en cada situación.